sábado, 28 de marzo de 2015

La transcreación y ejemplos de transcreación







La transcreación y ejemplos de transcreación

¿Qué es la transcreación?

 Es nuevo incluso para mí, que he estudiado la carrera de traducción. “Transcrear” consiste en no traducir literalmente un texto y ser capaz de adaptarlo a la cultura meta, algo que se da con mayor frecuencia en textos no técnicos, como pueden ser los textos publicitarios. Aunque en la carrera no hablamos de “transcreación”, siempre la practicamos y para mí no es otra cosa que traducción o, como Sara Bueno Carrero opina en su interesante blog, “una buena traducción”. Como escribí en mi primer post sobre las cualidades del traductor, para mí la creatividad es fundamental. La capacidad de adaptar de una lengua a otra conlleva un importante grado de creatividad. En este sentido, yo me defino como traductora a secas, aunque siempre hago transcreaciones para que mis textos sean comprensibles y suenen como si hubiesen sido escritos en español y no se tratasen de una traducción de otro idioma.




                Ejemplos de transcreación

            Además de en el lenguaje publicitario, donde hay gran cantidad de ejemplos de “transcreación” o adaptación a nuestra cultura, también tenemos muchas adaptaciones en los cómics. A mí me encanta leer cómics y pensad que los míticos Tintín o Ásterix y Obélix han tenido que ser adaptados del francés al español para que podamos entender muchas situaciones y juegos de palabras que no tendrían sentido con una traducción literal. Además, el traductor tiene que tener cierta gracia para transmitir situaciones cómicas. 





¡Y lo mismo ocurre con nuestro Mortadelo y Filemón! ¿Pensabais que no habían transcendido nuestras fronteras? Yo también lo pensaba, hasta que un amigo aficionado a los cómics me prestó Mortadelo y Filemón en alemán (se llaman Clever y Smart). No he comparado el original de ese cómic con su traducción: simplemente lo he leído en alemán, pero puedo decir que me resultó muy gracioso (no sé por qué, tuve mis dudas al verlo en alemán).

          
  Mortadelo y Filemón han tenido éxito en muchos otros países, pero en Alemania tienen una acogida especial (como Héroes del Silencio). Es curioso ir a un bar alemán y escuchar “entre dos tierras” y en este caso no ha habido necesidad de traducir ni adaptar nada. Volviendo a Mortadelo y Filemón, su traducción al alemán ha sido objeto de una tesis doctoral en la que precisamente se plantea si se puede hablar realmente de una traducción. Todo ello aparece en un interesante artículo en la Linterna del Traductor:
 
 Los Simpson

            Los Simpson es mi serie preferida de dibujos animados y no me canso de ver capítulos que han repetido una y otra vez. Además, me gusta la forma en la que su autor representa a los personajes femeninos, en especial a Lisa Simpson. Los Simpson son divertidos y unen a pequeños y grandes. Es un buen tema de conversación en la enseñanza de los idiomas, porque, en muchos casos, tanto profesores como alumnos conocen a sus personajes y se puede hablar de ellos, de cómo son y de su papel en la serie.



Sin duda, hay una gran labor de adaptación detrás de los Simpson. Y detrás de ella están dos mujeres: Ana María Simón y María José Aguirre de Cárcer. De esta última surgió la idea de traducir la famosa frase de Bart de “eat my shorts” por “multiplícate por cero”. La traductora también destacó la importancia de la adaptación y explica que la Fox felicitó a los estudios españoles por la traducción, ya que gracias a ella se cosechó un gran éxito entre el público español. Sin embargo, en Alemania se empezó haciendo una traducción muy literal que no hacía gracia al público alemán. Este interesante artículo del País sobre el trabajo oculto de los Simpson explica la labor de traducción que hay detrás:





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